Otro de los efectos de la abundancia en la información es que existe un constante estímulo por perfeccionar la forma como se presenta, haciéndola no sólo más atractiva si no más eficiente en el sentido de que la audiencia la comprenda y la asimile.
En la veloz carrera de estas técnicas que exploran otras perspectivas distintas a la de la lectura tradicional, encontramos a las Infografías, que se han convertido en una herramienta fundamental para la difusión de contenidos de forma interesante.
El uso más popular de las infografías es como representación de datos numéricos, de gran utilidad para la presentación de informes que requieran simplificar un contenido complejo. Las vemos en los periódicos, los resultados de las encuestas de las consultoras de opinión, estrategias de marketing, y recientemente han adquirido una viralidad en las redes sociales, destacando otra de sus ventajas: la facilidad de transferencia.
De acuerdo a Edward R. Tufte, las infografías son en su sentido estricto «gráficos estadísticos de ideas complejas comunicadas con claridad, precisión y eficiencia», y son una herramienta visual imprescindible para quienes quieran comunicar en estas circunstancias.
Como en todos los casos, existen infografías bien fundamentadas y otras con dudosas bases, al ser una presentación atractiva, no debe olvidarse el examen crítico de los datos, examinando fuentes y metodologías.
A continuación dos presentaciones completísimas de Ripetungi una de mis páginas favoritas en visualización de datos y un link de un buen banco de infografías de uso educativo del programa conectar igualdad del gobierno nacional argentino.
*¿Por qué son importantes las infografías?
*El poder de la narración visual en educación
Aquí, de omnibus dubitandum 